miércoles, 29 de diciembre de 2010

2010


A menudo nos preguntamos cómo estar adecuadamente en la vida, que hacer, que no hacer, como ir, y hasta como venir, en un año puedes recoger tantas cosas, lloras, ríes, sueñas, construyes y te obligas a levantarte.

Es el momento de decir la verdad... este año ha sido maravilloso, tal vez en mi país las cosas no marchan muy bien, existe un hombre con complejos del Luís XIV, y cree que el estado es él, "L'État, c'est moi "… El rey sol, " Le Roi Soleil", no sé si recuerda… pero muy a pesar de la tragedia nacional, los desastres naturales, la crisis mundial… Yo fui feliz en el 2010, y eso no se debe a viajes exóticos, ni hazañas estrafalarias, tampoco estoy diciendo que en ningún momento sentí rabia, indignación, agonía, dolor, tristeza; por el contrario viví como nunca antes había vivido, y si, sentí todos esos sentimientos que llamamos oscuros, de los que nadie habla por miedo o pena a lo que puedan decir los demás… Sin embargo algo distinto sucedió este año, había una nueva forma, un lado distinto de entender las cosas, ya no huía de la realidad, ahora me sentaba con ella, tomábamos nota y pensamos como enfrentar el rollo, el peo, el dilema.

En este año entendí que no basta con respirar para vivir, que esto que llamamos vida va más allá del hacer, que construimos nuestro espíritu con golpes y desaciertos, que lo perfeccionamos con alegrías y trabajo y aún así no basta, ¡no basta con eso!... En el arte de vivir hay que ubicarse para entender a cada uno de los sentimientos que nos embarga, nada es casualidad, nada sucede por error, ni siquiera mercurio retrogrado tiene tanta fuerza para determinar nuestro camino.

En este 2010 consolide mis ideales políticos, a luchar por lo que creo, a no darme por vencido, a enfrentarme a las malas intenciones, al egoísmo puro, la envidia, la mediocridad y sobre todo a la descalificación de mis habilidades, no ha sido fácil estudiar en la escuela de sociología de la Universidad Central de Venezuela, mi consuelo a sido que por lo menos me ayudo a entender la situación del país, a conocer la putrefacción desde su lado más agudo, seres envenenados en donde me es difícil aceptar que tienen un lado humano, la violencia descarada, estudiantes armados, proselitismo político en función del gobierno, adoctrinamiento disfrazado, degradación en su máxima expresión, y todo bajo la bandera de los pobres, de los que no tienen y de lo que lamentablemente nunca tenga, pues gente como esa no sienten sus problemas, gente como esa utiliza sus problemas para su beneficio, para la consolidación de un modelo socialista que fue defectuoso desde el comienzo por no tener clara sus ideas, saber a dónde van es imposible.

Yo los veo muy mal, espero que algún día se paren y volteen atrás; allí existirá un gran paréntesis y sus peores pesadillas se harán realidad, el daño que han causado será su peor castigo, no conseguirán esperanza, probablemente en ese momento me sea más interesante escribir sobre sus desgracias, la tragedia ajena es siempre lo mejor que se cotiza. Así que en 2010 no sólo intente comprender a todos esos profesores que me hicieron la vida de cuadritos en la escuela, sino a tolerar que todos tenemos nuestro tiempo, pero sobretodo nuestro momento, y ese momento no me pertenecía, debo aguardar la hora, y el temple para verles de nuevo en el futuro.

Luego tuve la oportunidad de afianzar mis lazos con mis amigas, niñas maravillosas, con las que comparto día a día tanto en la universidad como fuera de ella, así los pasillos dejaron de ser grises para tener la cara de cada una de ellas, porque siempre han estado, no sólo para reírnos, sino para criticar, quejarnos, lamentarnos, llorar, o firma la lista de asistencia cuando uno de nosotros falta, decirnos las cosas en la cara resulto ser el punto de partida para hacernos amigos, destacando que no siempre nos soportamos, aceptamos que todo tenemos nuestros días.

Durante este año, siempre existió esa luz que me hizo ver quiénes eran mis verdaderas amigas, y quienes no, no fue una tarea fácil, pero bajo esa luz el rostro siempre queda descubierto, y si valió la pena, porque ahora sé que una sonrisa no se le puede negar a nadie, pero la confianza es algo que se gana, no es algo tangible, va más allá del valor y tiene que ver con la esencia de nuestras almas.

En el 2010 conocí almas genuinas, seres con los que siempre estaré agradecido, familias que me abrieron las puertas, palabras que cambiaron y movieron mi corazón; a menudo escuche: “James ya es parte de esta familia” – “a James ya lo adoptamos”, y aunque sólo sonreía tímidamente, la dicha se me hacía difícil de ocultar, sólo esos momentos valen más que mil tragedias griegas, estoy agradecido con ustedes, porque me abrieron no sólo las puertas de sus casas sino también las de su espíritu, sin ustedes sospecharlo me han hecho más fuerte, capaz no tengo ningún súper poder, pero atesoro sus cariños, sus abrazos... sus consejos me han hecho inquebrantable. Ustedes han cambiado mi vida!.

Un 2010 para reencontrarme con la mujer que más he amado en mi vida, mi madre, la señora que siempre está allí, esperando que yo le sonría, la que me dice que confía en mis capacidades, la que ve mi talento de escritor sin leer siquiera una frase, la que piensa en el vestido de graduación y en los viajes de su hijo. Nunca hemos tenido la necesidad de hablar para que ella conozca lo que tengo, no obstante el dilema de este año no fue saber, sino entender quién era su hijo, a donde iba, y que soñaba.

Los dientes a menudo le suenan, su mandíbula parece tener vida propia, su chamo, su niño, tiene planes y no en todos está incluida ella, vaya sorpresa para una mujer que pisa los 50 años, con olas de calor producto de la menopausia.

Tal vez mi madre ha sido mi ejemplo de tolerar lo que no siempre queremos, lo que no siempre deseamos, yo no soy su hijo perfecto, pero soy el hijo que tiene y eso para ella es más que suficiente. Una vez en algún lugar de Caracas, y digo lugar para no señalar el restaurant conocido, en el cual quedó expuesto mi mal carácter… - “Yo nunca voy a dejar de ser la persona que más te quiere, y si quieres irte, vete, ya entendí que no puedo retenerte, así que vete, pero vete con mi bendición James”. - En ese momento comprendí lo que significaba amar, mi lengua se enredo y no pude decir nada, sólo irme y caminar de regreso a casa, tratando de digerir el hecho de que mi madre estaba asimilando toda mi situación, el pasmo fue para mí, así hoy 26 de diciembre puedo decir que hasta en la más bochornosas discusiones siempre existe una palabra que modifica el silencio y borra la incongruencia de la rabia.

Es hora, llegué al llegadero, no puedo hablar del 2010 sin contar que tú estuviste presente en cada uno de esos momentos, en los cuales grite de impotencia, en donde me mordía los labios del furor, en donde salte de emoción, tú y nadie más que tú pudiste ver esa transición, siempre allí, siempre con una sonrisa, siempre con la frase, - “ya verás que todo mejora…”- y en efecto tenías razón todo mejoro, ya estoy a punto de graduarme y nació una forma de ver las cosas, cuantos te amo pudieron contar nuestras compañías telefónicas, no sabría decirlo pero de lo que si estoy seguro es que alcanzan para ser feliz toda una vida, hoy cumplimos una etapa, y desde este lado de la acera te saludo, te sigo abrazando y te sigo queriendo tal vez no con tanto frenesí, pero si con el mismo ímpetu con el cual fue fraguado nuestros tejidos de amistad, el amor nunca se muere, nunca se va, nunca se olvida sólo se transforma, hoy he ganado muchas cosas, tal vez perdí unas, pero no pienso lamentarme por lo que fue y ya no está, lo que importa es lo que hay, es lo que existe, porque sencillamente es los que nos hará crecer y ser mejores personas, el que ama de verdad debe dejar ir, hay un mundo que se mueve al ritmo de nuestros corazones, así que adelante…

lunes, 13 de diciembre de 2010

Un mundo de recuerdos...


"La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos
los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente." François Mauriac



"No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros."
Paulo Coelho



"Al negarnos a aceptar un poder superior inmutable que nos supera, hemos colmado el vacío a golpe de imperativos personales y, súbitamente, nuestra vida se ha vuelto espeluznante."
Aleksandr Isayevich Solzhenitsin



"Siempre se ha creído que existe algo que se llama destino, pero siempre se ha creído también que hay otra cosa que se llama albedrío. Lo que califica al hombre es el equilibrio de esa contradicción."
Gilbert Keith Chesterton




"La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado."
Gabriel García Márquez

domingo, 5 de diciembre de 2010

Ella grita, y grita, y nadie podrá entenderla. (Fragmento de Mil Juegos un Castigo)


Necesitaba salir, despejarme, no quería regresar, no quería volver, pero yo tengo ese punto débil, que siempre regreso de donde he salido… No es posible que por una vez en la vida, que yo me vuelva loca, todo el mundo me condene y me mire feo, yo soy una mujer como cualquiera, que siente, que ama, y que ha perdido lo que más quiere en su vida. Yo lavo, yo plancho, yo limpio, yo voy de aquí para allá, para que todo esté impecable, y quién agradece eso… nadie, porque yo a nadie le importo, yo les he dado todo, y hoy lo único que quiero es no pensar, es no sentir, es olvidarme, de tu papá, de ustedes, quiero sentir lo que un día perdí cuando me fui de mi casa, cuando me pintaron pajaritos de colores, y yo como tonta los creí… Quiero que entiendan que uno no deja de ser mujer por tener 50 años…

Su voz retumba toda la casa, las paredes se mueven de un lado a otro entre la rabia y el dolor. Esa mujer calmada, trabajadora había despertado entre copa y copa de vino tinto, no se reconocía, pero tampoco la reconocían sus hijos, su costal de recuerdos había caído, salpicando a más de uno, cerrando con gritos las zanjas abiertas por la verdad.

La noche cubrió su llanto y en el sofá quedó dormida una mujer que intenta recoger su vida, con piezas perdidas.

El espíritu se revela ante la adversidad, nos desafía, nos subyuga y nos obliga a entender que la única forma de superar las desgracias es enfrentándolas…

sábado, 28 de agosto de 2010

Días de Días


Los nervios comenzaron a comerse mi cuerpo, entre la incoherencia usó una corona de rey medieval, las palabras atraviesan el espacio sacudiendo con estruendo todo lo que me rodea, el estomago se mueve y la comida ya digerida intenta salir, pues la nauseas no saben controlar las noticias precipitadas. Ese miedo regresa, y la calma hace presencia y va de un lado a otro.

La tempestad se tranquiliza en la ducha caliente, y el agua intenta llevarse los problemas, las montañas van cayendo y con ellas la incertidumbre, el no saber es más peligroso, que conocer más de lo que nuestro ser puede soportar. Me he acostumbrado a noticias con goteros, gotas de verdades, aún no me he hecho inmune al dolor, y sigo siendo el mismo niño llorón de los cinco años, claro la diferencia ahora son dos décadas, El niño ya no tiene cinco.

Transito en la simpatía y el descontento, que deja el querer, planificar hasta el último instante de vida. El color del cabello de mi hija, la forma de una boda poco común, la música de mañana, la respuesta del examen del día 31 de abril, la ropa interior que usaré el miércoles por la tarde, el post-grado que realizaré en dos años, el país en donde pienso vivir, el viaje de vacaciones, la palabra del último mensaje de texto antes de ir a dormir.

La espontaneidad no es mi virtud.

El peligro y el ritmo de vida amenaza mis planes, y es cuando reacciono… en contradicciones, repito una y otra vez la misma canción, mientras mi cigarro es aspirado por el aire, presiento las visitas de los que se han ido, y en mi oído izquierdo susurra una voz que condiciona lo que escribo.

Modificar un estilo de vida, pedir un cambio, exigir una permutación, ¿Por qué? Porque no aceptarlo tal y como es, con sus gritos y regaños, con su manías y costumbres, con sus sonrisas de esperanzas, con el entusiasmo del éxito, y la eficiencia de paso constante. Aceptar, tolerar, pero sobre todo comprender, es lo que me muestra la vida en este momento, pues el amor verdadero es el beneplácito del que ha decidido acompañarte para emprender ese viaje que es la Familia, Si, si dije Familia, el sueño que también se ha escrito en la meta número 4 de la tercera página del cuaderno verde ecológico que usó para mis apuntes de la universidad, el cuaderno que no puede ensuciarse, el que está siempre de punta en blanco, el que representa la cura, la bendición y la añoranza del futuro.

Ser un obsesivo de las reglas es mi más terrible defecto, observar la vida, como la ve un ciego, ciertamente no es vivir, pero a los veinte y cinco años, aún, uno tiende a preguntarse cuál es la forma adecuada de vivir, Dios, los libros, el sabio fulanito, tus padres, tus amigos, y la respuesta es un no, un no tajante que me indica que aquí nada puede estar sugerido, los golpes hay que llevárselos, no se puede caminar a tientas pensando en no caer en un hueco.

Lo que se dice a veces puede herir, dañar o hasta matar, lo que se escucha puede ahogar, dañar y matar, pero que importa si callar no curará los males y escuchar no te hace menos valiente, no hay males que no curen ni un bien tan justo que en el fondo no te haga daño.

Cuantas veces me he equivocado, y que bueno que puedo equivocarme, gracias a eso he podido encontrarte y ver en ti eso que no tengo, y ver en ti aquello que nunca había tolerado, y ver en ti a un ser distinto, que piensa, que ama, que lo da todo, pero que es diferente. Y es en esa discrepancia en que crece este sentimiento, pues te acepto por todo lo que eres y por todo lo que representas, y esa regla no existía en mi cuaderno ecológico.

Las sugerencias se van al carajo, junto con la rabieta y los malos sabores que dejan ciertas discusiones, o sigues o te estancas, o accedes o te revientas. Vislumbrar que uno no es Dios es el primer paso para empezar, y hoy te digo que no quiero que cambies, si me enamoré de ti por como eres, no soy quien para exigirte que cambies.

Entender no será fácil pero estoy dispuesto a asumir el reto. Sólo tengo una vida y una sola corona medieval, no pienso perder ambas cosas por negarme a aceptar lo desconocido, una sonrisa que calle lo incomprensible, una mirada que amortigüe la rabia, y un te amo que asfixie los desacuerdos.

Una carta como cualquiera pero un sentimiento como ninguno.

Soy


Hablar de sí mismo suele ser mucho más incomodo que hablar de los demás, será porque el hecho de revisarte y admitir en lo que eres bueno, o en lo que eres terrible, causa estupor, así que es preferible obviarlo para no perjudicar a la tan sensible autoestima.

Algunos diría que soy un egocéntrico, egoísta y con poca sensibilidad social, otro dirán que soy un buen amigo, un poco temperamental, pero que siempre está cuando lo necesitan…

Otros prefieren no opinar, algunos callan y otros dicen mentiras revueltas…

Y pueden que todos dentro de sus parámetros tengan razón, y qué es el hombre en sí mismo, sino un montón de comentarios fomentados por su entorno, abatidos por la envidia, presa fácil del terror de la lengua ajena… En cada paso que damos nos enfrentamos a un mundo establecido, aquí no hay nada que cambiar, pues otros decidieron hasta nuestra forma de pensar…

Que puedo decir de mi mismo, que soy un atorrante que no soporta que alcen el tono de voz, que vivo con medidas prefijadas desde mi niñez, que galanteo con el buen gusto, definido por mi profesor de etiqueta y protocolo, un señor de fingido acento francés y de apariencia afeminada. Amo las aventuras, claro, si antes se han pensando 1200 veces, fijando su riesgo y establecido su ganancia. Nunca actuo como otros quisiera que lo haga, pues cuando debo llorar no lloro, y cuando debo sonreír tampoco lo hago, tal vez soy un ser que trata de escapar a los paradigmas, encasillándose en otros más fuertes. Cuando se quiere ser distinto siempre se corre el riesgo de ser tan trivial como los demás, he aquí la lucha entre lo individual y lo colectivo, entre el hombre y la masa. Sé perfectamente que una muerte es una tragedia, y que miles de muertes son una estadística, así que mis palabras no siempre serán indulgentes, hablar del horror, sin inmutarme puede ser una de mis cualidades repulsivas

Soy una mente cuadrada, que planifica su día a día, que encuaderna el cariño en un horas determinadas, que sabe cuándo, cómo y dónde puede estar feliz, y cuando es mejor pasar por un amargado que no entiende nada, con un sentido vivo para percibir los malos momentos, no he sabido cómo hacer para no saber antes que otros, cuando algo malo ocurrirá.

Suelo tomar ochocientas pastillas, pues para mí siempre hay una pastilla que remedia el problema, y así a mis 24 años de edad, tomo pastilla para la tensión, para el stress, para el dolor de cabeza, pastillas para aumentar de peso, pastilla para evitar el cansancio, pastillas para dormir y para estar despierto en época de exámenes, pastillas para evitar la caída del cabello, pastillas que ayudan y me hacen uno más del sistema… Y qué he podido aprender de todo esto, tal vez que no hay que mortificarse porque siempre habrá una pastilla que te resuelva la vida, o es que sencillamente nos hemos inventado todo un mundo para no enfrentar la realidad tal cual es, sin velos, sin mascaras, cruda y cenagosa, ingenua y despiadada… un universo con forma de pastilla… SOLUCIONES EMPAQUETADAS.

Frente al mundo, hay más mundo de lo que pueden ver mis ojos… y con esa esperanza prefiero mirar el mañana.

Creo que hoy no tomo más pastillas...

Caminando


Eso de cumplir años tiende a ser un poco engorroso ya tú sabes, es una forma muy directa de que el calendario te diga: " Oye, te estás haciendo viejo…"

Sin embargo yo sigo escribiendo y sigo soñando…

Antes me desesperaba buscando el camino… Hoy me encuentro en el camino y continúo caminando…

Sigo corriendo a sabiendas que no por eso llegaré más temprano… En esta lucha constate que es la vida, hay una sola salida... Combatir, no bajar la cara, y ser quien se es…

Seguir siendo aunque no le agrades

Seguir triunfando aunque no lo disfruten

Seguir caminando hasta lograrlo.

Y ES QUE PARA SER FELIZ HAY QUE ARRIESGARSE…

¿Quién es James Capafho?

Mi foto
Caracas, Venezuela
No hay nada más importante en mi vida, que escribir y dar a conocer, ese mundo que existe, en cada historia, en cada cuento, y en cada una de nuestras palabras, que pierden la monotonía, por el solo hecho de contarlas.

Agradecimientos



Quiero darles las gracias a todas aquellas personas que han formado parte de mi vida, desde la señora que me cuidaba y hoy no recuerdo su nombre, hasta el señor de las mil preguntas, con sus mil y una respuestas, a todos esos seres que se borraron en el intento. A la abuelita del aeropuerto del Dorado en Bogota, que sin conocerme me auguró un futuro de prosperidad.







Agradezco a esas personas que existieron y luego volaron a otro nivel, pero que antes de partir me brindaron instantes llenos de emociones. A todos aquellos que me remplazaron por otros y a todos aquellos que yo reemplace. A los que me olvidaron y hoy ni siquiera saben mi nombre y a los que yo olvide, con el transcurso del tiempo.







Agradezco a los que me apoyaron desde muy lejos, y hoy en la lejanía del fin del mundo, siguen confiando en mi, deseándome lo mejor. A los que siempre estuvieron y seguirán estando en mi vida de manera perdida, a los que se fueron un día y nunca volvieron, a mis ex amigos, a mis ex compañeros de clases, a mis ex profesores. A las risas, a las burlas, a los chistes sin sentido, quiero que sepan que todo valió la pena, y que todo tenía y debía pasar.







Agradezco a todas esas personas que me quisieron, a los que me quieren y a los que me querrán. A ustedes mis nuevos amigos, que entran en mi vida, para conformar mi presente. Sean todos bienvenidos, que la vida comienza cada cierto tiempo y se reinventa cada vez que lo necesita.



A todos ellos gracias, por contribuir a mi evolución ayudándome a buscarle aquel sentido critico que tiene la vida, y que antes no sabia, fueron ustedes el escalón para llegar. Somos parte de esos momentos, momentos infortunados y felices.



Antes de terminar:



Quisiera retribuirle de alguna manera todo mi afecto, a ese ser que si existió, y que de repente, dejó de estar en mi vida de forma física, para convertirse en un ente especial que sólo yo puedo percibir, gracias por ayudarme a comprender que a veces los seres que más amamos se encuentran con nosotros de manera ausente. Donde quieras que estés, este libro es para ti.







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PRONTO... MIL JUEGOS UN CASTIGO escrito por James Capafho